viernes, 2 de mayo de 2014

El amor desenterrado-Jorge Enrique Adoum (Fragmento)

Estos amorosos caídos
juntos en la refriega contra el deseo,
como si el frotamiento de la piel con la piel les hubiera desnudado,
pedazos de una luna creciente y otra menguante
ensamblados por una complicidad secreta de su movimiento,
radiografía de lo que fuimos y debimos seguir siendo.
Por esa perennidad del cuerpo, perennidad del acto,
¿era ya el amor que desaprendimos con el tiempo
y que hoy ya no es o no es todavía?
¿qué pasó entre el amor y nosotros,
qué río agrio o fuego frío?
¿se era entonces hombre y mujer para ser ser completo
cuando aun no era cacería la pareja?
¿se escogía (“quiero morir contigo”)
a la persona con la que uno iba a vivir toda la muerte,
náufragos intrusos en el subsuelo
para ver desde abajo cómo anda el pobrecito amor fugaz en el país de arriba,
y quedarse así embisagrados,
oyéndose para siempre el último parpadeo,
viéndose para siempre el último latido,
condenados a morir a amor lento
sin los tristes despueses del desacoplamiento?

Jorge Enrique Adoum



Jorge Enrique Adoum nació en la ciudad de Ambato en 1926. Realizó sus estudios de Derecho y Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y los terminó en la Universidad de Santiago, Chile. En esa ciudad fue, durante cerca de dos años, secretario privado de Pablo Neruda, quien aseguró que Ecuador tenía al mejor poeta de América Latina, refiriéndose a Adoum, que apenas tenía 26 años. A su regreso a Ecuador en 1948, ocupó cargos diversos en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. En 1949 publicó su primer libro Ecuador amargo que fue comentado por Neruda y Carlos Drummond de Andrade. En 1952, con los dos primeros volúmenes de Los cuadernos de la tierra obtuvo el Premio Nacional de Poesía de Ecuador. Fue redactor cultural del Diario del Ecuador, de Quito, colaborador de numerosas revistas latinoamericanas de cultura y profesor de literatura en diversas instituciones. Publicó otros libros de poesía, entre ellos Notas del hijo pródigo (1953) y Relato del extranjero. El ensayo crítico Poesía del siglo XX que abarca estudios sobre Paúl Valéry, Rainer María Rilke, César Vallejo, entre otros. En 1960 obtuvo con su Dios trajo la sombra, tercer volumen de los cuadernos de la tierra, el premio de poesía en el primer concurso Casa de las
Américas de La Habana. Luego publicó el cuarto volumen El dorado y las ocupaciones nocturnas. En noviembre de 1961 fue nombrado Director Nacional de Cultura, cargo que ocupó hasta 1963, año en el que viajó a Egipto, India, Japón e Israel, en el marco del programa principal de la UNESCO para el conocimiento de los valores culturales de Oriente y Occidente. Luego se instaló en París donde fue, sucesivamente, lector de literatura en español, portugués y catalán para las ediciones Gallimard, periodista de la radio y la televisión de Francia y traductor de la ONU y la OIT en Ginebra, donde en 1969 estrenó, en francés, su obra de teatro El sol bajo las patas de los caballos, traducida a seis idiomas y representada en numerosos países de Europa y América. Volvió a París como miembro del comité de redacción del Correo de la UNESCO hasta junio de 1987. En 1973 publicó en Madrid Informe personal sobre la situación; en 1976 la novela Entre Marx y una mujer desnuda obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de México, otorgado por primera vez a un escritor extranjero no residente en ese país. En 1979 publicó en Barcelona su libro de poesía No son todos los que están y una nueva obra de teatro La subida a los infiernos, publicada en alemán antes que en español. Regresó a su país en 1987.
Dos años después se le concedió el Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo, la más alta presea cultural del gobierno ecuatoriano, por el conjunto de su obra. Otras publicaciones suyas son: Sin ambages (Textos y contextos) (ensayo, 1989); El tiempo y las palabras (1992); El amor desenterrado y otros poemas (1993); una nueva novela Ciudad sin ángel (México, 1995), que ese año fue finalista del Concurso Rómulo Gallegos en Venezuela; Los amores fugaces (Memorias imaginarias) (Quito, 1998); Ecuador: señas particulares (Quito, 1998); un ensayo Guayasamín, el hombre, la obra, la crítica, publicado en Nuremberg en 1998 y una antología de su obra poética …ni están todos los que son (Quito, 1999). En 1994 fue nombrado Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana). En 1996 se estrenó con éxito en Ecuador la película Entre Marx y una mujer desnuda, basada en su novela homónima. Su más reciente obra De cerca y de memoria, recuerdos de lecturas, autores y lugares se publicó en Ecuador en el año 2003. Ha traducido al español la poesía de T. S. Eliot, Iangton Hugues, Jacques Prevert, Yannis Ritsos, Vinicius de Moraes, Nazim Hikment, Fernando Pessoa, Joseph Brodsky, Seamus Heaney.

El Alma en los Labios- Medardo Angel Silva

A mi amada



Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemple ya extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes, me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento, lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme, soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero
llamarte mía como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡dejar mi palpitante corazón que te adora! 

Medardo Angel Silva



Medardo Ángel Silva es uno de los poetas más insignes y reconocidos de la literatura ecuatoriana.
Medardo Ángel Silva nació en Guayaquil el 8 de junio de 1898, y murió el 10 de junio de 1919 en la misma ciudad. Escritor, poeta, músico y compositor ecuatoriano, es considerado el mayor representante del modernismo en la poesía ecuatoriana.
Llamado como el poeta decapitado debido a la circunstancia de su muerte, desde muy joven se destacó por sus composiciones literarias, pese a que su obra se hizo realmente conocida después de su muerte. 
Después de su muerte sus poemas se publicaron en Francia en 1926.
Medardo Ángel Silva fue un joven de la clase baja de Guayaquil, que logró cierto reconocimiento por su trabajo como periodista desde los 17 años (aproximadamente, cuando abandonó sus estudios en el colegio Vicente Rocafuerte) hasta su muerte, a los 21. Trabajó en imprentas pequeñas y luego colaboró en varios semanarios y revistas. Posteriormente, llegó a trabajar en el diario El Telégrafo, en la página de literatura, donde pudo publicar varios poemas y relatos cortos.
Silva no se graduó de bachiller, pero su condición de autodidacta lo
llevó ser maestro escolar e incluso a leer en francés, así se le facilitó el contacto con la poesía de los simbolistas franceses (Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire), quienes llegaron a ser sus más grandes referentes. Sus influencias, además, fueron el modernismo de Rubén Darío y el misticismo de Amado Nervo.



Entre sus famosas obras literarias están:
• El árbol del bien y del mal (poesías, 1918)
• María Jesús (novela, 1919)
• La máscara irónica (ensayos)
• Trompetas de oro (poesías)
• El alma en los labios (poesía suelta)

La muerte de Medardo Ángel Silva sigue siendo un misterio sin esclarecer: ya que a los 21 años el joven poeta murió de un tiro en su cabeza. Posteriores análisis ponen en duda el suicidio, ya que la bala entró por detrás de la oreja. Sin embargo, nunca se investigó más allá y fue enterrado sin los ritos fúnebres católicos, por lo que se asume su muerte como un suicidio y eso ha llevado a la construcción de un imaginario popular acerca de sus últimas horas, en él se habla desde que habría estado jugando con el arma, y que su muerte fue un accidente, hasta que por una decepción amorosa habría tomado esa trágica

Juan Montalvo



Nació en la ciudad de Ambato el 13 de abril de 1832. Fueron sus padres don Marcos Montalvo y la señora Josefa Fiallos. Inició sus estudios en su ciudad natal, para luego trasladarse a la ciudad de Quito, donde terminó sus estudios secundarios, ingresando posteriormente a la Facultad de Derecho de la Universidad Central, carrera que no logró terminar.

De regreso a su ciudad natal se dedicó a realizar estudios de filosofía, ciencias políticas, historia y literatura general. Recluido en su quinta de "Ficoa" y acompañado por la fragancia de los árboles centenarios, aprendió latín, griego, francés e italiano, a fin de leer a los famosos escritores europeos en su propio idioma. Amante de contemplar la naturaleza y meditar sobre los valores humanos, encontró un sitio propicio en el cálido rincón de Baños en donde pasó gran parte de su juventud.

A los 26 años, el presidente Urbina lo nombró adjunto civil ante el gobierno de Francia. Llegando a París, inicia una vida intelectual intensa, conoce a muchos intelectuales de fama, para aquella época, entre los cuales se destaca Lamartine, a quien en gesto digno de un hijo de esta tierra, le invita a trasladarse a América, donde encontraría un regazo
digno de su genio.

Para 1860, al cabo de dos años de permanencia en Europa, regresa la Ecuador y encuentra a Gabriel García Moreno en el poder.

Desde Yaguachi envía una carta al mandatario, en donde le habla de las inconveniencias de la tiranía y de los derechos del pueblo y de los individuos. Luego a través del periódico "El Cosmopolita", inicia una vigorosa campaña contra las acciones de García Moreno, por lo que es desterrado a la ciudad de Ipiales (Colombia), en donde permanece un corto período para luego trasladarse nuevamente a Europa. Estando en este Continente se desencadena la guerra de 1870 entre Francia y Alemania, por lo que tuvo que retornar a Ipiales, ciudad en la cual escribe CAPÍTULOS QUE SE LE OLVIDARON A CERVANTES y años más tarde las famosas CATILINARIAS, que tanta fama adquirieron por su demoledora contundencia punzante e irónica, donde la diatriba adquiere tonalidades de sublimidad contra el tirano Veintimilla.

Asesinado García Moreno en 1875, pudo retornar nuevamente a su querido Ambato, sintetizando en su frase: "Mi pluma lo mató" todo una época de lucha contra la tiranía garciana.

Con el golpe de estado, por el cual, Ignacio Veintimilla asume el control del país,
aparece un militarismo audaz y poderoso. Montalvo nuevamente es desterrado a Ipiales, en donde reaparecen LA CATILINARIAS.

Parte otra vez para Europa, en esta ocasión definitivamente. En España, don Juan Valera, Gaspar Núñez de, Arce y Emilio Castelar, lo postulan para un puesto en la Real Academia de la Lengua Española, postulación que no tiene éxito por la oposición de los conservadores españoles.

Los últimos años los viven en París, hasta que en 1888 es atacado por una enfermedad pleural; nada pudo la medicina de ese entonces y finalmente, el 17 de enero de 1889 muere el "Cosmopolita de América". No sin antes exclamar una frase muy celebre suya: "Un cadáver sin flores siempre me ha inspirado tristeza", por eso antes de morir se vistió de gala.

Las cruces sobre el agua

Las cruces sobre el agua es una novela publicada en el año 1946 y escrita por Joaquín Gallegos Lara, que lo situó entre los iniciadores del tema urbano en la narrativa ecuatoriana. La culminación y detonante argumental, es la masacre del 15 de noviembre de 1922.
La novela corresponde a una época avanzada del realismo socialista ecuatoriano, ya menos costumbrista y desplazado su escenario hacía las ciudades, donde el autor ubica a los protagonistas en los sectores más humildes y marginados. Por su contenido histórico y sociológico es una obra clásica de la bibliografía contemporánea.
La matanza del 15 de noviembre de 1922, se considera el primer baño de sangre del proletariado ecuatoriano, fue durante el gobierno liberal de José Luis Tamayo. Y fue el Ejército Nacional, con sus batallones Constitución, Zapadores del Chimborazo, Montúfar, Marañón, Artillería Sucre No. 2 y Cazadores de los Ríos, quienes dispararían sus fusiles brutales. Y es después de este acontecimiento que Gallegos Lara (que tenía 11 años de edad en los días en que se produjo la matanza) traslada a las páginas de la novela a personajes históricos de la vida política del país. Por ello se considera que la pluma de Joaquín Gallegos Lara escribió un documento testimonial. Las cruces sobre el agua fue dedicada por su autor «A la sociedad de panaderos de Guayaquil, cuyos hombres vertieron su sangre por un nuevo Ecuador».

Joaquin Gallegos Lara



Escritor guayaquileño nacido el 9 de abril de 1909, hijo del Sr. Joaquín Gallegos del Campo y de la Sra. Emma Lara Calderón.

Tuvo la desgracia de nacer con una grave lesión en la columna vertebral que le atrofió las piernas impidiéndole caminar y condenándolo a arrastrarse por el suelo para poderse movilizar. Por eso, al no poder asistir a la escuela ni jugar como los otros niños, dedicó todo su tiempo al estudio y la lectura dentro de su casa, empeñándose en aprender idiomas y llegando a dominar casi perfectamente el francés, el alemán, el italiano y el ruso.

Por el año 1927 su personalidad y amplia cultura llamaron poderosamente la atención a numerosos jóvenes que se reunían en su buhardilla a conversar con él. Fue así como conoció a Demetrio Aguilera Malta, quien más tarde le presentó a Enrique Gil Gilbert, y en poco tiempo nació entre los tres una inseparable amistad. Producto de esta unión apareció en 1930 la obra «Los Que se Van» (Cuentos del Cholo y del Montubio), que incluye varios cuentos de los tres escritores amigos, y con la que se inició al realismo social en el Ecuador.
A ellos se unieron posteriormente Alfredo Pareja Diezcanseco y José de la Cuadra, y juntos formaron el «Grupo Guayaquil» que tanto lustre dio a las letras ecuatorianas.
«Siempre inquieto guió a sus camaradas por el camino combativo de la militancia política. No quiso yacer en el lecho del inválido. Su voz estuvo presente en el Sindicato y en la Asociación Obrera, en el grito de insurgencia por mejores condiciones de vida para su pueblo. Escribió la conferencia y el microensayo, suya fue la voz del combatiente que se levanta en armas con la idea» 
En 1943, como miembro del Partido Comunista que dirigía Pedro Saad formó parte de Acción Democrática Ecuatoriana, organización política de oposición al régimen constitucional del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río. Luego del triunfo de laRevolución del 28 de Mayo de 1944, la Municipalidad de Guayaquil lo premió con la Medalla de Oro, que le fue entregada en sesión solemne del 9 de octubre.
Muy rica fue su producción literaria, en la que se encuentran obras como «Las Cruces Sobre el Agua», en la que relata de manera novelesca varios aspectos de la vida guayaquileña y los primeros días de esos triunfos sociales de los trabajadores del Ecuador, especialmente los relacionados con la Revolución del 15 de Noviembre de 1922; «La Ultima Erranza», «Biografía del Pueblo Indio» y «Cuentos Completos», estas dos últimas fueron publicadas en 1952 y 1956, cuando él ya había muerto.
En efecto, Joaquín Gallegos Lara murió en su ciudad natal, Guayaquil, el 16 de noviembre de 1947.